GREED

La escenificación de iconos del imperio romano en la isla de Mykonos para el festejo de 60 años de un polémico y legalmente cuestionado magnate de la industria de la moda espiraliza en una auténtica tragedia griega sazonada con un humor negro hilarante al filo de la moral.

Michael Winterbottom, quien supo dirigir diversas películas de variados estilos, conjuga su experiencia de “24 hour party people” (y otras tantas más) en esta especie de mockumentary sobre Richard McCreadie, intercalando aquel estilo con un reality show perpendicular y una biopic.

El atractivo interpretativo de Steve Coogan redondea esta historia abundante de un particular e incisivo humor que se termina llevando puesto a todo, con un amplio abanico denunciatorio abarcando durezas como la de la explotación en la industria de la moda, la abrumante situación de los refugiados en Europa (inclusive uno de los actores que representa a uno es actualmente un refugiado Sirio) y hasta un particular e intrincado complejo de Edipo.

Multibillonarios, refugiados, trabajadores explotados, modelos, celebridades, escritores, belleza natural, ridiculez y mucha y vacía estética; elementos claves para lograr un relato excelso, atractivo y pujante.

JULIÁN NASSIF

Bad Education

El cine norteamericano tiene una gran capacidad y arte en lo que respecta a las comedias negras y al humor de esas características. Aquellos que se animan a entrar en la realización de este tipo de películas suelen ofrecer un humor que se contagia de cine europeo, aunque manteniendo una fuerte identidad norteamericana, aportando cierta sutileza que el cine de aquellas tierras muchas veces suele dejar de lado.

La ironía y la complicidad que el autor plantea y propone, aparentando pasar desapercibida, queda impresa en nuestra retina y en nuestra psiquis para generar un goce tímido en situaciones, como mínimo, políticamente incorrectas.

Cory Finley plantea una obra en la que aborda algunas características de la cultura e idiosincrasia estadounidense con perspicacia y picardía, resaltando las dicotomía del ámbito educativo y los vaivenes morales que plantea.

Hugh Jackman demuestra, por enésima vez, su amplio espectro dramático y su capacidad para interpretar roles tan variados como disímiles en una historia basada en hechos reales que nos roba una pequeña sonrisa al plantear las disyuntivas de las decisiones y su correspondiente consecuencia moral.

JULIÁN NASSIF