HOUSE OF GUCCI

Digamos que es una de las mejores cosas de esta película, justamente, no saber nada de ella ni los hechos reales en la cual está basada. Se podría imaginar que escribo esto porque tiene un guión magistral o una vuelta de tuerca fabulosa que nadie imaginaba y sorprende por todos lados. Pero la verdad es que no, si algo sorprende de este film es la capacidad de Ridley Scott de no transmitir absolutamente nada con una historia que podría haberlo hecho, con un diseño de producción que le hubiera permitido ir un poco más allá y un elenco que derrocha talento y facha pero que se aboca aburrirnos con interpretaciones empalagosas que parecen ser más un regurgitado de lo que estos actores solían o suelen ser.

Durante meses esperé poder ver esta película en el cine. Inclusive, debo confesar, descargué una copia en altísima calidad que nunca llegué a ver por preferir hacerlo en una sala como corresponde (lo cual también me desilusionó ya que la copia, al menos la que vi yo en la cadena de cines más importante de la Argentina, no tenía una calidad demasiado distinguida).

Ridley Scott es santo de mi devoción, pueden leer mi post anterior sobre un peliculón como El último duelo y tantos otros que he dedicado atesorar y distinguir a lo largo de mi humilde blog. Pero sí ha sido un autor bastante irregular a lo largo de los últimos 20 años. Quizás porque tiene la espalda y el talento para hacer “lo que se le cante”. Porque la verdad que no es que el tipo hace seguidillas de obras malas, todo lo contrario, tira alguna mala cada varias fascinantes.

Dicho esto nos encontramos con un film repleto de figuras destacadas en el mundo del fílmico (bueno si, ya no se dice más así, estoy atado a mi nostalgia) que aburren. Una dirección de arte que parecería ser correcta para el mundo que desconozco existía alrededor de los Gucci pero que no se destaca excepto por las escenas en lo que parecería ser St. Moritz. Un guión flojo que se envuelve en estereotipos, empalagados de glamour hollywoodense aunque alrededor de una historia interesante (insisto, sin es que no sabías nada de ella). 35 minutos de pietaje de más. Apariciones de grandes actores y actrices que hacia mucho no veíamos pero que no van más allá de una interpretación básica de una obra de teatro de barrio. Pero sí tres cosas importantes a destacar: Lady Gaga (que demuestra una vez más su versatilidad, lo gran actriz que es y lo tanto más que va a ser), Jared Leto (crack indiscutido) y una banda sonora que roza lo mersa pero se vuelve exquisita al estar así implementada.

Anda a verla si aún la pasan donde estés. Es ideal para un domingo con resaca al mediodía (yo la vi un jueves a la tarde).

Julián Nassif